Cualquier manitas lo sabe: empezar bien es el 50 % del trabajo. Ocurre lo mismo al instalar un suelo laminado nuevo. Después de todo, si está pensando en instalar un suelo laminado nuevo, es imprescindible que realice un paso de forma correcta por encima de cualquier otro. ¿Cuál es este paso? La elección de la capa de subsuelo adecuada. Estaremos encantados de aclarárselo a continuación.

¿Qué tipo de suelo radiante debo elegir?

Existe un tipo de capa de subsuelo adecuada para cada espacio y situación. Párese un momento a pensar qué es lo que necesita exactamente.

• ¿Se trata de un espacio por el que andará solo de manera esporádica, como un dormitorio o un ático? Si es así, podría decantarse por nuestra económica capa de subsuelo Quick-Step Basic Plus.
• De no ser así, ¿va a instalar el suelo en un salón o en una cocina, que son zonas con mucha más afluencia? En ese caso, le convendría más escoger una capa de subsuelo de aislamiento acústico, como nuestro Quick-Step Unisound.
• ¿Quiere evitar el sonido de los pasos en la mayor medida posible para crear un entorno laboral o doméstico apacible? En ese caso, el Quick-Step Silent Walk es exactamente lo que necesita.
• ¿Va a instalar un suelo laminado en la planta superior de una vivienda o en un apartamento? Benefíciese del aislamiento frente al ruido de paso que ofrece la capa de subsuelo Quick-Step Transitsound.
• Si el suelo sobre el que va a colocar su suelo laminado presenta irregularidades o si desea instalarlo sobre un suelo de baldosas ya existente, nuestra capa de subsuelo Quick-Step Thermolevel es la opción más adecuada, ya que esta capa de subsuelo nivela todas las irregularidades del subsuelo (irregularidades de hasta 4 mm).

Elegir Quick-Step es elegir un suelo bonito y de calidad fabricado de manera sostenible. ¿La prueba de ello? Los suelos laminados de Quick-Step han sido los primeros en recibir la EU Ecolabel, una etiqueta de excelencia medioambiental introducida por la Comisión Europea. Se concede a los productos y servicios que cumplen estrictos estándares ecológicos a lo largo de su ciclo de vida: desde la extracción de la materia prima hasta la producción, la distribución y la eliminación de residuos.